El cine no simplemente es sentarnos frente a la pantalla y absorber lo que el director plasma en el escenario mediante lo que hacen los actores, sino que es otra manera libre de expresión que nos suele transportar a un ambiente rodeado de fantasía y ficción que nos hace sentir las ganas de que verlo como un viaje interminable, en donde el tiempo es ilimitado, con el fin de disfrutar el momento. Es como convertir un sueño en realidad, y el cine es compartir sueños, e “Inception” tiene esa perspectiva. Un filme de aproximadamente ciento cincuenta minutos, que muestra imágenes llenas de surrealismo, defina algo que dure en un parpadeo, o menos de eso.
El cineasta británico, Christopher Nolan, que gana su fama con la inolvidable “Memento” en el 2000, al mismo tiempo que Bryan Singer salta al estrellato con X Men. “Memento” fue estrenada dos años antes de su otra cinta “Following” (1998), pero en el 2005 “Batman Begins” le da su respectivo “sopa y seco” cuando su carrera empieza a coger vuelo. Desde ese entonces Hollywood lo acoge bajo el calor de sus alas, uno de sus muchos protegidos, y cuando patenta “The Dark Knight”, se da cuenta que empieza a rebasar la cima, y con eso se puede todavía llegar mucho más lejos, ganarse nuestro aprecio como audiencia y ver nuevos horizontes.
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