Ya pasaron diez años después que Christopher Nolan dirigiera “Memento”, una historia basada en el relato de Jonathan Nolan, su hermano, un thriller que ha corrido muchos riesgos, y luego ganarse el aprecio de la audiencia cinéfila, e incluso que el mismo director y cineasta británico se lleve el respaldo de la industria cinematográfica de Norteamérica. Estos diez años transcurridos marcan un buen punto como filme mas codiciado hasta la fecha, y al mismo tiempo Nolan se proponga en la vida como un prometedor de taquillas. Sintiéndose acogido no solamente por los Estados Unidos sino por todo el mundo, como si este lograra su objetivo. Luego que haya firmado una película con irregularidades y estando bajo los resultados de “The Dark Knight”.
Inception contiene una elevada dosis de surrealismo visual, con lo que brinda más fantasía que Sci-Fi. En otras palabras es una aventura visual, sonora y con mucha temática, demasiado alucinante y alucinadora, y sabemos que aquí Nolan es todavía más visionario, montando una película con mucha ambición y presupuesto más allá de los cálculos propuestos. El contexto de “Inception” tiene cosas radicales, pero algo superficiales en donde los personajes con experiencia se cuelan en los sueños de las victimas, con la firme intención de obtener datos e información vitales, y si es el caso se les infunde una idea. Un método narrativo que Nolan le da utilidad para darle indagatoria a algunos de sus tópicos predilectos, mientras no se desvía de la necesidad de brindar eventos en cantidades. Desafortunadamente, por el criterio de algunas personas, Nolan muestra una imagen errática y poca autoexigencia en el concepto de “Batman”, y frente a películas como “Insomnia” y “The Prestige”.
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