Ya hicimos nuestra reflexión en el otro blog, pero no dimos esos susodichos spoilers, por pensar en los que no han visto el segundo capítulo de la serie del universo de Star Wars, titulado ‘The Passenger’ (La Pasajera), tanto escrito por su creador, Jon Favreau (Iron Man), como dirigido por Peyton Reed (Ant Man), y en este episodio Baby Yoda despierta el Bart Simpson que tiene adentro y hace algo peor que una pilatuna, tragarse los huevos de dicha pasajera, una especie de Mama Rana, que, custodiaba celosamente, y éste, inescrupulosamente, se los iba tragando sin que esta se diese cuenta, excepto Mando, que de inmediato le ponía su ‘tate quieto’.
Entonces, esto fue generando polémica mediante unas reacciones fuertísimas por parte de los fans y seguidores del universo de Star Wars, un total desacuerdo al ver al Niño, a Baby Yoda convertido en un prematuro depredador. Cabe recordar que Mando aceptó a regañadientes el encargo de transportar a una rana humanoide a su planeta de origen a cambio de información sobre el paradero de los demás mandalorianos, se observa que la rana custodiaba unos huevos que definían el futuro de la preservación de su especie, y esos huevos necesitaban ser fecundados por su esposo y dar sus crías.
Dadas las circunstancias, esto se consideró como un acto cruel y genocida, aunque el encargado de LucasFilm hizo una clarificación a lo del incidente, dijo que si Baby Yoda se comía los huevos, la misma Mama Rana dijo que no eran fértiles, como si fueran los mismos huevos que nos comemos al desayuno, y aquí las mismas aves que tambien son sacrificadas para el consumo, y en el caso de Baby Yoda fue perturbador por intenciones del mismo creador.
Ya con esta clarificación el caso se dio por entendido y todos contentos, bueno, incluso nos podríamos acordar del capítulo del Chavo del Ocho en el que los pescaditos de Don Ramón eran víctimas de la misma hambruna del chavo y el hombre que vivía gratis por 14 meses en la vecindad mataba al gato que supuestamente se los comía
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