En el caso de los juegos que vamos a comprar en por ejemplo Sanandresito, tenemos la expectativa de poderlo conseguir, pero luego la misma desesperación nos hace rebosar el vaso, luego que nos pongamos a recorrer mas de medio centro comercial, y cuando vemos la portada de “x” juego en el catalogo, podrían resultar dos cosas inesperadas, la primera es que el vendedor diga “ah, no tengo en donde ensayarlo, pero fresco, hágale que esta bueno”, y la segunda que el vendedor incluso diga “Ah No! Ese sí que no lo tengo”, o la más campeona es que cuando se obtenga el supuesto juego, y que a la hora de invertir las añoradas 4 horas o mas de diversión, resulte siendo otro titulo.
Sobre las películas, reconozcamos que conseguirlas es sentir algo más que un dolor de cabeza, existen muchísimas razones para que este embrollo pase, pero mencionaré dos no más, para que esto no se alargue (XD), la primera es cuando descubrimos que el vendedor tiene millares de títulos, pero su nivel de Inglés es una pestífera realidad, con lo que siempre uno se apaña a decir el nombre en español, con las de la ley, pero no todas las películas tienen este tipo de suerte. Y la segunda que uno se fija en la marca del disco y simplemente se fija en “realmente” la calidad, si es o no copia de la original, porque existe el temor en común en el que se vea el menú estilo Power Point (XD), y luego resulte que escuchemos la frase del vendedor “yo le ensayo todas las películas, pero no me compra ni una”.
Nuestra lección para esta problemática, es simplemente tener una buena conexión a internet, o incluso conocer locales de mas confianza y hacer las compras satisfactorias, y eso sí echarse el vendedor al bolsillo.
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